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Hatchet no es una película que busque reinventar el género slasher, ni mucho menos ofrecer un argumento que deje a los espectadores reflexionando sobre los misterios de la vida. En su lugar, se adentra en lo que los verdaderos fanáticos del slasher esperan: una carnicería sin restricciones, personajes inexpertos en la supervivencia y, por supuesto, un asesino imparable. La trama, como es habitual en este tipo de películas, es secundaria; lo importante es el caos, la sangre a borbotones, los asesinatos macabros y ese toque de humor negro que tanto caracteriza al subgénero.
El despiadado Victor Crowley, protagonista de Hatchet, se perfila como un digno heredero de los grandes asesinos del cine de terror, y no se puede evitar trazar una comparativa con Jason Voorhees. Si bien es cierto que ambos comparten ciertos rasgos, como su apariencia monstruosa y su brutal naturaleza, Crowley es, sin lugar a dudas, más impredecible y ágil que el inquebrantable Jason. Cabe destacar que, curiosamente, el actor que interpreta a Victor Crowley es Kane Hodder, quien le dio vida a Jason en varias películas de la saga Viernes 13. Esto solo añade una capa interesante al personaje y refuerza la conexión con el legado del cine slasher.
Es importante subrayar que en Hatchet no buscaremos una trama compleja ni giros dramáticos. En su lugar, nos ofrece lo que un fanático del slasher realmente anhela: secuencias sangrientas, muertes sádicas y un festín visual de vísceras que llegan directamente a la cámara. Eso es lo que nos ofrece Hatchet, y eso es exactamente lo que amamos del género.
A lo largo de la trilogía, los fanáticos encontrarán cameos de auténticos íconos del terror. Robert Englund, el legendario Freddy Krueger, hace una aparición memorable, mientras que Derek Mears, quien interpretó a Jason en el remake de Viernes 13 de 2009, también se deja ver. Estas apariciones no solo son un regalo para los seguidores del género, sino una clara muestra del respeto y la admiración que Hatchet rinde a las grandes figuras del slasher.

Un detalle que añade valor a esta saga es su fluidez. Las tres películas están perfectamente conectadas, con cada una continuando directamente desde el punto en el que termina la anterior. La secuela comienza justo donde la primera película nos deja, y la tercera arranca de manera similar. Esta continuidad narrativa es una grata sorpresa para los fanáticos que disfrutan de ver las historias desarrollarse de forma coherente.
Personalmente, me tienta la idea de editar las tres películas, pegándolas y uniéndolas en un solo archivo… ¿Quién sabe? Tal vez algún día lo haga.
Si eres un verdadero fanático del slasher o alguien que solo busca una dosis de sangre y caos desmesurado, la saga Hatchet es una recomendación obligada. Pero, como siempre, no es para todos. Solo para aquellos que buscan lo que este género ofrece en su forma más pura: horror, sangre y más horror. 😈😇
¡PLAY!